Instrucciones para seguir al conejo que me lleva a la inspiración
Un recorrido poético hacia el destino más anhelado
El otro día, en una charla que estaba teniendo con mi pareja sobre el valor de enriquecer nuestro vocabulario, escucho que él menciona a Julio Cortázar y no pude evitar recordar un libro que transformó mi forma de ver el mundo: “Historias de Cronopios y de Famas”.
Recuerdo tener 14 años y leerlo sin parar, una y otra vez. Principalmente mi capítulo más adorado, que era y sigue siendo: “Instrucciones para llorar”. En su simpleza habita una belleza que al día de hoy continúa deleitándome.
Días después de la charla, opté por buscar en mi biblioteca, la única copia que recuerdo haber tenido de ese libro.
Luego de horas y horas de búsqueda, ubiqué entre mis memorias que hace unos 9 años se lo envié a mi mejor amiga de la infancia, quién vive a unos miles de kilómetros de distancia. Honestamente, espero que aún lo siga conservando, fue un acto de amor muy sincero.
NOTA: Si te obsesiona algo, regálalo. Comparte un poco de esa vitalidad que te trae ese objeto, ese libro, ese disco, esa prenda, ese algo. No importa si ha de gustarle o no a la persona a quién se lo vas a regalar. Eso que tanto amas es una expresión tangible de ti mismx.
Hoy creo fielmente en que cada autor, artista, maestro u obra que se cruza en nuestro camino viene a regalarnos algo: un recurso, un disparador, una señal, lo que sea. Algo que luego podremos transformar en un símbolo que enriquezca nuestro propio trabajo.
Quizás, un buen ejercicio podría ser: Hacer una recapitulación de los artistas que consideramos referentes en los distintos momentos de nuestra vida y señalizar o remarcar cuáles son esos regalos que nos dejaron. Para luego evaluar si aún sigue en vigencia la conexión con ellos/as.
Si sigue en vigencia: Traerlos al presente, invocarlos, releerlos, re pensarlos.
Si ha caducado: Agradecerles por habernos acompañado y liberarlos, soltarlos, vender sus libros o discos, cerrar la relación que habíamos creado para abrir espacio a que un nuevo referente se manifieste.
Más allá de no haber encontrado el libro en mi biblioteca, decidí buscarlo online y encontré este PDF que contiene las instrucciones, mi parte favorita del libro.
Inspirada por la relectura, se me vino a la cabeza un concepto de sighswoon (gabi abrão) que habla de los símbolos que aparecen repetidas veces antes de inspirarte. Símbolos que en esa repetición, forman una especie de patrón de aviso previo al flow state. Ella hace una especie de analogía con el conejo de Alicia en la que hay un conejo (símbolo) que te avisa o da la señal de que estás por ingresar en un momento de inspiración.
A lo que trae la pregunta:
Así que decidí integrar ambos recursos: Instrucciones Poéticas + Conejo de la inspiración y salió este texto que estas por leer.
Me encantaría saber qué sientes al leerlo, si te dispara algo o trae algún recuerdo.
(y si las instrucciones del libro son tu parte favorita también, amaría saber que somos del mismo team :) )
INSTRUCCIONES PARA SEGUIR AL CONEJO QUE ME LLEVA A LA INSPIRACIÓN:
Llegar al espacio donde habita el conejo - Búsqueda o entrega: El territorio va variando según la época y la ocasión, usualmente lo busco con intensidad hasta que lo encuentro, o mejor dicho, me encuentra. Más otras tantas, el conejo me ha aparecido de la nada, en el lugar y contexto menos esperado. Esto me hace creer que nunca sabré a ciencia cierta cuándo estaré en el territorio del conejo. Solo me queda elegir si buscarlo ansiosamente, o por el contrario, entregarme a que aparezca por sí solo. Volver a repasar los lugares, contextos, situaciones en los que ha acontecido nuestro encuentro en el pasado, puede ayudarme a descifrar pistas, más no he de creer que son verdades permanentes. En esos espacios solo descubriré símbolos que podrían ayudarme a esclarecer mi deseo, es decir, qué es eso que busco, del destino al que me llevará el conejo: la inspiración.
Ver al conejo - Sorpresa y apertura: Es de fundamental importancia desarrollar una actitud de sorpresa, al igual que un niño que recorre un parque nuevo por primera vez y se deleita con nuevos olores e imágenes. La postura que he de adoptar debe permitirme estar disponible a ver al conejo. Este no siempre se presenta a corta distancia, que podría ser un rango de visión habilitado única y exclusivamente si llevo una postura encorvada. Muchas veces lo he visto a lo lejos, con mi columna erguida y mi mirada al horizonte. Siempre y cuándo esté en presencia, abierta a percibirlo y a oler su acercamiento, podré atesorar el encuentro con el conejo que me llevará a destino.
Encuentro con el conejo - Observación y distancia: Una vez visto el conejo, he de cuidar su territorio, en esta oportunidad, soy su visitante. El conejo es sensible a la intensidad de mi deseo y con el acercamiento corro peligro de ahogarlo y alejarlo de mi. Simplemente debo observar con el borde de mi ojo cada uno de sus pasos, a una distancia aproximada de 5 metros. En ese momento no importa a dónde se está dirigiendo, importa todo lo que ya me trae su presencia, lo que me hace sentir, pensar, lo que despierta en mí, lo qué me recuerda.
Señal y seguimiento al conejo - Rapidez y valentía: Seguido de haber investigado cada una de sus pisadas, es posible que haya observado un determinado patrón en su andar, que intuitivamente me hace saber cuán cómodo o no se siente el conejo con mi presencia, lo que determina si ha de llevarme a destino. Solo mis intestinos me darán esa respuesta, ese SÍ interno, sin duda, sin miedo. En caso de percibir que el conejo está inquieto, incómodo: Debo retirarme de su territorio. Por el contrario, si lo siento tranquilo y cómodo: he de tomar coraje y avanzar con rapidez. Seguirlo. Es fundamental en esta instancia, tener la valentía necesaria para hacerle frente a mi mente y a toda sensación de timidez ante lo que pueda a llegar a encontrarme una vez haya llegado a destino.
Ingreso e (im)permanencia en la inspiración - Entrega y deseo: Creer que siempre he vivido el contacto con la inspiración de un mismo modo sería una mentira hacia mi misma. Cada episodio ha acontecido de distintas maneras. De a momentos ha de presentarse como una escena caótica, hipnótica, en la que no puedo controlar mis impulsos por desear sujetarla de la mano hasta asfixiarla. Deseo quedarme en ella para siempre, más en lo profundo me obsesiona la idea de que pronto va a desaparecer para abrirme espacio al siguiente paso: la materialización, el momento de dar forma. Otras veces, he podido entrar y salir de ella, como si se tratase de un breve recorrido en ascensor. En esta etapa, la clave está en entregarme a vivir la experiencia con ánimo de descubrir una nueva forma de encontrarnos, para poder aprovechar su encanto y transformarlo en información que luego podré alquimizar en algo tangible (o no).


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